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Pesca de salmón en Asturias

A penas superábamos los 20 años de edad y nuestra cuadrilla de incipientes pescadores comenzó a solicitar cotos de salmón de Asturías. Era la época dorada, los años 70, en los que no era raro que el Sella superase las 2.000 capturas de capturas cada año.

Eramos un grupo de estudiantes con apenas dos duros en el bolsillo, y viajábamos desde Valladolid y Salamanca, en condiciones precarias, hasta los cotos astures. Tienda de campaña, bocadilllos y ningún otro “lujo”. En alguna ocasión nos sugirieron la posibilidad de contratar un “ganchero”.

A pesar de que el precio era francamente moderado (3.000 ptas al día al principio, y luego subió a 5.000) ¿cómo podíamos pensar en permitimos un privilegio de ese nivel?. Además, ya éramos bastante duchos en la pesca de la trucha, que iniciamos intensamente desde los 10 años, y nos creíamos sobrados de facultades y sapiencia para tentar al salmón. Pues bien, han pasado muchos años desde entonces, y de pocas cosas me arrepentiré tanto como de no haber contratado entonces a un buen ganchero. El ganchero es el guía de pesca local que te orienta en el rio, y te dice en qué punto paran los salmones, que técnica de pesca debes emplear y cómo la debes desarrollar en cada momento del día. Un buen ganchero, además, te orienta a la hora de pedir los cotos, diciéndote qué río, qué pozo y en qué momento de la temporada lo debes pedir. Para una especie tan escasa y caprichosa como el salmón, pocas veces será tan oportuna y necesaria la colaboración de un buen ganchero. Por supuesto los resultados que cosechamos durante al menos una década fueron desastrosos. Para empezar solicitábamos los peores cotos del río, y en las épocas menos indicadas. Para seguir perdíamos el tiempo en puntos del río donde probablemente no paraba ningún salmón. Una verdadera lástima desaprovechar de ese modo los mejores años de la historia reciente en la pesca del salmón. En la actualidad la Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, apoyada por la Administración, intenta restaurar la figura del ganchero, tradición perdida recientemente en Asturias. Reivindico la figura del ganchero, no solamente para la pesca de salmón, sino como guía de pesca para todo tipo de especies y regiones de España. Resulta paradójico que, viajando por el mundo, en casi todos los países existan servicios de guías de pesca. En algunos estados y regiones de los Estados Unidos y Canadá, la pesca es libre y barata, sin embargo las normas te obligan a contratar a un guía local para poder practicar la pesca. Es una manera como otra cualquiera de aprovechar mejor la pesca como recurso turístico en una región. En España, salvo honrosas excepciones surgidas recientemente en determinadas zonas, como en León, apenas hay profesionales que trabajen como guías de pesca. Por una parte muchos pescadores estaríamos encantados de que alguien nos evitara la gran pérdida de tiempo y energías que supone pescar “a ciegas” en una región desconocida. Por otra quedaría aún más patente el hecho de que la pesca deportiva no es un recurso que se valora en proteínas de pescado, síno,una actividad turística capaz de generar una corriente socieconómica importantísima para cualquier región. Es lógico, por otra parte, que los ribereños que han crecido a orillas de un río se beneficien de las riquezas que produzca dicho cauce. El ejemplo de Asturias debería ser imítado en otros puntos de nuestro país.