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Ruta de La Castañal

Belmonte – Ondes – Samartín d’Ondes – La Corredoria – Dolia – Tabláu – Belmonte.
Difucultad media; Distancia 13,7 Km.; Duración 4 H 30 Min.
La Ruta de La Castañal parte de Belmonte, cruzando el puente a la derecha. Aguas arriba del río Pigüeña atraviesa un bosque de castaños, salgueras, avellanos, laureles y un importante encinar, con zarzaparrillas asociadas a este bosque. A poco más de un kilómetro encontramos el Regueiru de Cuovasil, que discurre por la margen sur del Picu Cervera, donde se ubicó la fortificación altomedieval del territorio Salcéu. No recomendamos acceder a La Fonte l?Osu, por la difícil orografía.
A 200 m. llegamos a la fuente de Santa Icía, enmarcada en mampostería y recubierta de líquenes. Enseguida llegamos a Valdeniseiros, donde se bifurca la Ruta de la Castañal y la ruta que continúa por la ribera del Pigüeña hasta enlazar con Somiedo. Dejamos una cabaña a la derecha e iniciamos el ascenso hasta Ondes (550 m.), por un camino de piedra muy pendiente que va zigzagueando entorno al Regueiro de L?Algueirona. Poco antes de llegar al pueblo tenemos a mano izquierda el castro de Ondes y a la derecha la fuente de Sifontes. Ondes está documentado ya en el S. XII y hasta 1886 perteneció, junto con Samartín, L.lamousu y Montouvu, al alfoz de Salcéu. Tiene capilla y un pisón eléctrico.
Continuamos unos 300 metros por camino de piedra hasta salir a la carretera de Samartín, a la altura de Cenales, posiblemente el asentamiento medieval del pueblo, que aparece documentado hasta 1243, a partir de entonces la documentación se refiere a Samartín.
A poco más de un kilómetro está Samartín d?Ondes (750m.), con torre fortaleza del s. XVII, que perteneció a los Ponce de Miranda, emparentados con los Queipo de Llano. En las inmediaciones de la Iglesia hay un teixu (tejo) centenario.
Por una pista ancha y de buen firme se accede a La Corredoria y a La Calzada romana de La Mesa. Auténtico mirador natural con preciosas vistas sobre la vertiente occidental del Pigüeña, coronada por El Caurío al N. y Pena Manteca al S., prolongándose el horizonte hacia las sierras somedanas y Las Ubiñas.
La Corredoria, atravesada por el Camín Real de la Mesa, tiene en sus inmediaciones varios túmulos y una hermosa venta con capilla. Esta vía fue paso de centurias romanas, de huestes árabes, de peregrinos jacobeos, de arrieros, pastores, etc., de las más importantes vías de comunicación con la Meseta desde época neolítica hasta mediados del siglo XIX.
La ruta continúa por detrás de la venta, siguiendo el Camín Real hasta Dolia (840 m), que junto con Las Cruces, son los únicos pueblos belmontinos que atraviesa la Calzada romana. Dolia perteneció al dominio monacal de Sta. Mª de Lapedo, y en el S. XVIII no pagaba contribución al monasterio a cambio de la obligación de dar posada, sal, lumbre y agua a los pasajeros del Camín Real de la Mesa.
En Dolia a la izquierda, desde La Calea, sale el camino viejo de Belmonte. Iniciamos el descenso en dirección NO, dejando a la derecha varias pistas de tierra, llagamos a Cuovasil, antiguo pueblo perteneciente al monasterio de Sta. Mª de Lapedo, hoy utilizado como braña; tiene fuente y antiguo lavadero de piedra que dejamos a la izquierda; desde aquí retrocedemos un poco para volver al camino que sale por encima de una portilla de barrotes metálicos; el camino bordea la finca para acercarse después al Regueiru de Cuovasil, cuya cuenca seguimos durante más de un kilómetro por una fuerte pendiente. Continuamos el camino que bordea el Picu Cervera pasando de la vertiente S. a la vertiente N., hasta Tabláu y de aquí por la carretera llegamos hasta Belmonte .