Así, los vaqueiros rigen su vida y costumbres en una mágica y permanente comunión con la naturaleza. Para el mes de mayo, las familias subían con el ganado hasta las montañas del interior en busca de frescos pastos, regresando de cara al invierno a las brañas más próximas a la costa, donde las comunidades vaqueiras desarrollaban sus actividades.
Todas las tradiciones del mundo de los vaqueiros de alzada se recrean durante este fin de semana en Belmonte de Miranda a través de un mercado de artesanía, una muestra de oficios artesanales, talleres para niños, música y bailes y la recreación de un desfile por la villa de una alzada vaqueira